miércoles, 26 de octubre de 2016

Mente demente: Supersticiones y otros pensamientos que hacen pupa

Hace cinco años estuve de viaje por Perú. Fuimos a visitar el Valle Sagrado de los Incas. Allí había una fuente que manaba agua directamente desde el interior de la montaña. El guía nos contó que había una leyenda sobre esa fuente que decía que si tocabas su agua con la mano derecha, te mantendrías joven y si la tocabas con la izquierda, serías fértil. Yo decidí que necesitaba alargar mi juventud y metí toda la mano derecha. De la izquierda sólo mojé la punta del dedo pequeñito porque, claro, con 27 años yo sólo quería ser fértil "lo justito", no quería ni oír hablar de bebés.

Aquí, la prueba del delito:
Hoy, no sé por qué, me ha venido esta anécdota a la cabeza y me he sentido culpable por haber hecho esa tontería hace años. ¡Como si mi infertilidad la hubiera causado yo jugando con una leyenda!

No sé qué extrañas conexiones hace nuestro cerebro, pero a veces parece diseñado para fastidiarnos. ¿A qué viene acordarme ahora de algo que ocurrió hace años y en lo que no había vuelto a pensar?

Si lo analizo fríamente, sé que la idea es una tontería, claro. Mis genes son los que son desde que nací, y ellos han provocado mi infertilidad, no una maldición inca. Sin embargo, hay veces durante esta lucha por crear vida en que los pensamientos negativos te arrastran sin remedio: no voy a poder, me voy a arruinar en el intento, aunque consiga fecundar fijo que luego no agarra, si agarra fijo que luego no aguanta, etc.

¿Por qué nos haces esto, cerebro? ¡Se supone que jugamos en el mismo equipo! Pero por más que intente ser positiva, esos pensamientos siguen apareciendo sin parar, como intentando boicotear lo poco bonito que puede tener un proceso de reproducción asistida, que es la ilusión de imaginar que algún día funcionará.

La mente es nuestro peor enemigo y nuestro mayor aliado al mismo tiempo. Ahora "sólo" me queda entrenarla para que deje de torturarme con ideas que hacen pupa al corazón. ¡Se admiten consejos!

¿Y vosotras? ¿Tenéis alguna superstición o ritual de buena suerte para vuestros procesos de repro? Veo mucho por Twitter lo de los calcetines, pero os confieso que no termino de entenderlo. ¿Son para tener suerte o para que no se congelen los pies en el quirófano?

viernes, 7 de octubre de 2016

Quien espera, desespera. IAC a la vista.

Todas las chicas de la #infertilpandy han tenido que trabajar su paciencia hasta límites insospechados. Cuando empiezas en esta movida ya te avisan de que se prolonga mucho y que el tiempo se hace laaaaargo, largo. Todo cierto. Echo la vista atrás y veo que hace casi un año que empezó nuestro periplo. "Sólo" un año, algo que a algunas compañeras guerreras seguro que les parece hasta poco, teniendo en cuenta todo lo que llevan ellas a sus espaldas. Se merecen todos mis respetos, mis valientes, que además siempre tienen preparada una palabra amable para animar a las demás. Gracias, chicas. Me hacéis recuperar la fe en la humanidad. ¡Esa pandy, cómo mola, se merece una ola! ¡Ueeee!



El caso es que, para mí, este año ha sido eterno aunque, al mismo tiempo, se ha pasado volando. Los días pasan muy muy muy despacio, pero el estar con la cabeza tan metida en estos temas hace que te pierdas otras muchas cosas, que pases por ellas de puntillas y casi sin enterarte, y el tiempo no cunde, no es de calidad. Me cuesta explicarlo, pero seguro que alguna hay por ahí que entiende a lo que me refiero.

En este último ciclo, la regla se me ha atrasado cosa mala. Ha sido un ciclo de 42 días desesperantes. Cualquier ciclo largo lo es, pero cuando estás pendiente porque esa regla que no llega marca el inicio de algo que esperas con ansia, entonces sí que se te hace eterno de verdad.

En nuestro caso, el 1 de octubre marcaba el final del tiempo que hay que esperar tras ponerse una vacuna para volver a la carga. Como vamos a seguir intentándolo unos meses por el método "diver", mirábamos al 1 de octubre con una mezcla de ganas y lascivia que pa' qué.



Pero también necesitábamos que llegara esa regla porque sería el día en que en la Seguridad Social nos iban a decir si nos admitían o no para una inseminación artificial: resulta que el día que fui a recoger los resultados de los análisis (mi FSH se ha disparado con respecto a la de noviembre), me dijeron que no era candidata ni a FIV ni a ovo, así que me dejaron chafada, pero les rogué muy muy muy mucho que si no podrían hacerme aunque fuera una IAC en ciclo natural. Me dijeron que tenían que consultarlo con el equipo y que volviera con la regla para que me dieran una respuesta. Esa regla que no llegaba, no sólo estaba retrasando muchos polvos legendarios sino también el saber si tendría esa pequeña oportunidad.

Y se hizo de rogar, pero al fin llegó. La recibí alegre y retorcida de dolor (¡cuanto más tarda, más me duele! ¡¡Es como si quisiera recuperar el tiempo perdido, la jodía!!) y puse rumbo al hospital. Allí me confirmaron que sí, que me harán una IA (¡ole, ole!), pero en la eco vieron que tengo un "residual" en el ovario, lo que parece un resto de una ovulación anómala (¿yo? ¿Ovulación anómala? ¡Amos, anda!). Así que ¡a seguir esperando! Este ciclo tomaré anticonceptivos para "limpiar" bien todo el sistema y asegurarnos de que el siguiente ciclo empieza todo de cero y sin ningún problema. Y entonces sí, entonces nos enfrentaremos oficialmente a nuestro primer tratamiento de reproducción asistida. ¡Crucemos los dedos!