miércoles, 24 de febrero de 2016

¡Sorpresa! Tu ovario es una fresa

Mi ovario es una fresa, o una piedra, o cualquier cosa que no produzca ovulitos, que es de donde salen los bebés (biología básica).

Resulta que en noviembre fui a la ginecóloga porque llevaba una temporadita de ciclos menstruales de locos: que si 31 días, que si 25, que si 44... Vas ahí, con toda tu buena voluntad, esperando que te digan que es por estrés y sales con un volante para hacerte unos análisis de sangre. Bueno, venga, vale, me van a confirmar mi nivel de estrés en sangre. Vas, te sangran, te analizan y te dan cuatro hojas llenas de números que no sabes ni por dónde coger (agarrar, si me lees desde América Latina).

Vuelves a la doctora (que me da mucha rabia llamarles doctores sin saber si han presentado su tesis, que deberíamos llamarles sólo médicos, pero en fin...), le enseñas los papelotes y ahí empieza la fiesta. Tremenda la cara de culo que pone al interpretar los numeritos y la que se te pone a ti al oír las conclusiones: que si esta hormona está muy alta, que si la otra está muy baja, que la cosa está jodida fastidiada con j. ¡A repetir análisis!

Mi marido y yo (porque tengo la suerte de estar acompañada en este asunto, que las que lo hacen en solitario llevan toda la carga solitas. Respect!) salimos de la consulta con las piernas temblanderas, sin saber ni qué decir. Él con un volante para hacer un seminograma (a ver si resulta que su huevera también va a tener que hacer un diario como este), yo con los ojos como platos y los dos con la congoja del "se nos pasó el arroz". Y, como somos así, haciendo chistes sobre la cantidad de dinero que llevamos gastada en condones.

Capítulo aparte merecería el tacto con el que la señora nos informó del asunto. Quizá algún día.

De momento, los datos: siglas, nombres raros, más siglas y miedito.
- FSH en 16 y pico. ¿Y eso qué es? Me dice que es una hormona y que por encima de 10 hace muy difícil la concepción. Pero bueno, es un valor que puede variar de un ciclo a otro y aún hay esperanza. Repitamos los análisis, a ver qué pasa.
- HAM en 0,015. ¿Y esto otro? Pues otra hormona, conocida entre sus amigas como la Antimulleriana. Por debajo de 0,3 lo consideran indetectable (¡Y mi valor es 20 veces menor! ¿Cómo la han detectado?), vamos que no tengo ná de ná. Conclusión: potencial de fertilidad ovárica nulo, o séase, mis ovarios están en huelga (¡pues bien que me siguen jodiendo fastidiando con j todos los meses con la regla, los muy cabrones asquerosos!)

No me apetece que las entradas de este blog sean muy largas, que me va a dar pereza escribirlas y a vosotros leerlas, así que una pausa para publicidad y ya continuaré con el diario de mi ovario (que ni será diario ni lo escribirá mi ovario, pero el nombre tiene gancho, ¿no?)

Comenzando

Te pasas la vida preocupándote e informándote sobre cómo NO quedarte embarazada y, la verdad, nunca se te ocurre pensar en que, cuando quieras tener un bebé, tu cuerpo no va a ser capaz de conseguirlo.

Todos hemos oído historias de esas mujeres que no pueden tener hijos, pobrecitas. Pero siempre te imaginas que es porque han tenido algún problema o porque son muy viejas o algo de eso. ¿Y qué pasa cuando a los 32 años te enteras de que tus ovarios funcionan peor que los de tu abuela?

Pues para eso estoy aquí, para contar que eso es justo lo que me ha pasado a mí. Con suerte, a lo mejor a alguien le sirve mi experiencia como consuelo, como aviso o como lectura ligera.

Bienvenidas y bienvenidos a este blog, el diario de mi ovario, ese ovario cacho vago que se ha declarado en huelga antes de tiempo.